
Colegio Schulhaus Montessori

Shulhaus, su historia, su espíritu.
El Kinderhaus nace en el 2004, como un sueño de Susanne, motivada por lo que ha sido su pasión, que es ayudar a los niños a desarrollar su máximo potencial como seres completos que son, de igual modo como lo hiciera con sus hijos, amándolos y permitiéndoles ser y encontrarse a sí mismo en un entorno preparado donde las reglas eran claras y se entendía que la libertad de cada uno llegaba justo donde comenzaba la del otro.
Los primeros 6 años del Kinderhaus, fueron los pasos amorosos e inseguros de un niño que se abría paso en esto de ser una institución. Susanne buscó una por una las personas que colaborarían con ella y dispuso su casa completamente para este proyecto.
La propuesta fue trabajar juntos por lograr que el Kinderhaus fuera la casa del niño, que le permitiese descubrir todo el potencial que emerge de él. Buscar en conjunto, los caminos que nos permitiesen, brindarle un lugar amoroso lleno de experiencias, donde pudiese aprender cómo vivir la vida y ser feliz en eso.
Siempre hemos sabido que el camino es difícil, nunca esperamos otra cosa cuando entendemos que el sentido de todo el sistema educacional tradicional va en dirección contraria a lo que deseamos para nuestros hijos, pero siempre hemos creído que el amor por nuestro niños moverá montañas y ese es el esfuerzo y compromiso que logrará que el Kinderhaus sea una real "Escuela para la vida".
Así se inició la segunda parte de la historia. Se convocaron todas las voces y almas comprometidas con el proyecto, se instauraron las reuniones de padres y apoderados, antes inexistentes, se crearon las instancias donde las voces se hicieron presentes, se invitó a los apoderados a crear el Centro de Padres para unir las fuerzas y crear lo que es hoy nuestro Colegio.
El espíritu de nuestro Colegio radica en aprender a vivir la vida y vivirla bien. Permitirnos caminar a nuestro propio ritmo y en nuestros propios pasos. Ser libres en nuestra libertad y entender que esta llega justo hasta donde comienza la del otro. Conectarnos con nosotros mismos y con los demás y en eso darnos cuenta de nuestra individualidad y de nuestro potencial. Recrearnos en él y avanzar frente a los desafíos con la posibilidad de
proponer soluciones en el más amplio espectro que podamos imaginar. Tener la fuerza de pararnos si fallamos y volver a intentarlo cuantas veces sean necesarias para poder seguir sin aplastar a otros ni a nosotros mismos.
Como parte de nuestro proceso de crecimiento este año 2019, cambia el nombre de nuestro colegio a Schulhaus Montessori.